A principios de agosto se publicaba una investigación elaborada por científicos de la Universidad de Maastrich titulado «Consumo de Energía en Edificios y demanda térmica Femenina», que analizaba el método oficial utilizado para determinar la temperatura ideal del aire acondicionado en la oficina desde el punto de vista de la fisiología y el género. Al parecer según dicho estudio, las oficinas fijan sus termostatos usando una fórmula basada en el trabajador tipo de los años 60. Hombre de 40 años y 70 kilos.
El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, parece confirmar una queja tradicional de las mujeres que trabajan en oficinas climatizadas y es que, fisiológicamente, la producción de calor del cuerpo de las mujeres es menor por lo que la temperatura promedio del aire acondicionado de los edificios no es adecuada para garantizar su confort.
Desde la asociación internacional ASHRAE, en cuya norma 55 se basa el citado estudio, no están de acuerdo con estas conclusiones ya que “la parte de la norma a la que se están refiriendo se refiere al uso del índice PMV / PPD, que se toma de una norma ISO / EN 7730, que ha existido desde 1982”. Según Mr Bjarne Olesen, miembro de la junta de ASHRAE, el hallazgo de los investigadores de que las mujeres tenían una tasa metabólica más baja que los hombres, no influirá en las temperaturas recomendadas, incluidas en las normas existentes”.
El problema: ¿el termostato o la corbata?
Según explican desde ASHRAE, en los principales estudios (realizados a más de 1.000 personas con la misma proporción de hombres y mujeres) en los que los sujetos hicieron el mismo trabajo sedentario y llevaban el mismo tipo de ropa, “no hubo diferencias entre la temperatura preferida para los hombres y las mujeres”.
Desde ASHRAE afirman que la razón por la que en algunos estudios de campo se encontró que las mujeres prefieren temperaturas ambientes más altas que los hombres, se atribuye al tipo de ropa utilizada. “Las mujeres adaptan mejor su ropa a las condiciones de verano, mientras que los hombres todavía siguen usando traje y corbata. Así que si el termostato está configurado para satisfacer a los hombres, las mujeres se quejan de tener demasiado frío. En la norma 55, esta adaptación a la ropa de verano se puede tener en cuenta por lo que, si se sigue la norma en estas condiciones, las mujeres estarían satisfechas; pero tal vez no los hombres. »
Al margen de los resultados del citado estudio, En España, la modificación del Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) en su actualización de 2009 (RD1826) fija la temperatura del aire acondicionado de oficinas (locales administrativos, comerciales y de pública concurrencia) en una temperatura no superior a 21ºC para calefacción, no inferior a 26 ºC para refrigeración, con una humedad relativa de entre el 30% y el 70%.
Está demostrado que por cada grado que bajemos el termostato del aire acondicionado, consumiremos un 8% más de energía, tal y como recordábamos en el artículo 7 consejos para usar de forma eficiente tu equipo de aire acondicionado.
Mantener satisfechos a los ocupantes de un edificio y reducir al mínimo el consumo de energía es una decisión de equilibrio para los ingenieros que diseñan sistemas y edificios HVAC & R, pero también de los ocupantes de las oficinas que, ya sean hombres o mujeres, deben llegar a un término medio en cuanto a la regulación de la temperatura del aire acondicionado.